1. Pronunciación cuidada, ritmo, entonación y acentuación adecuados, tanto en la interacción y expresión oral como en la recitación, dramatización o lectura en voz alta.
  2. Reconocimiento del uso y funcionalidad de algunas formas y estructuras básicas propias de la lengua extranjera, previamente utilizadas, relativas a contextos concretos y cotidianos como: saludos y despedidas, países y nacionalidades, las horas, descripciones, asignaturas, actividades de tiempo libre, acciones, la ciudad, localización espacial, medios de transportes, profesiones y lugares de trabajo y festividades.
  3. Asociación de grafía, pronunciación y significado a partir de modelos escritos o expresiones orales conocidas, establecimiento de las relaciones analíticas grafía-sonido y conocimiento de algunas irregularidades relevantes.
  4. Interés por usar de forma correcta la lengua extranjera en situaciones de comunicación variadas y de progresiva dificultad, atendiendo a la corrección y a la adecuación de las expresiones utilizadas.
  5. Reflexión sobre el funcionamiento de la lengua extranjera a partir de las lenguas conocidas y su comparación.