1. Uso de habilidades y procedimientos como repetición, memorización, asociación de palabras y expresiones con elementos gestuales y visuales, observación de modelos, lectura de textos, utilización de soportes multimedia y de las tecnologías de la información y la comunicación, para la adquisición de nuevo léxico, formas y estructuras de la lengua.
  2. Reflexión y toma de conciencia sobre el propio proceso de aprendizaje, detectando posibles dificultades y aplicando estrategias de autoevaluación, de corrección de errores, considerándolos como parte del proceso y proponiéndose nuevas metas.
  3. Utilización progresivamente autónoma de medios gráficos de consulta e información y de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías (participación en situaciones de comunicación propuestas en programas educativos informáticos, correo electrónico, blogs, chats, y otros medios y recursos audiovisuales) para el aprendizaje y uso de la lengua extranjera.
  4. Confianza en la propia capacidad para aprender una lengua extranjera y valoración del trabajo cooperativo.